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miércoles, 12 de octubre de 2016

Elevación a la Santísima Trinidad-Beata Isabel de la Trinidad


Poesía Mística "Vuestra Soy"


"Vuestra soy, pues me criaste;
Vuestra, pues me redimistes;
Vuestra, pues que me sufristes;
Vuestra, pues que me llamastes;
Vuestra, pues me conservastes;
Vuestra, pues no me perdí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Santa Teresa de Jesús.


Imágenes de Santa Teresa de Ávila
















"Una alabanza de Gloria" - Sor Isabel de la Trinidad


Sor Isabel de la Trinidad


"Déjate amar - Sor Isabel de la Trinidad"


martes, 11 de octubre de 2016

Santa Teresa de Jesús

 "Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; mas no se da a sí del todo 
hasta que nos damos del todo". (Santa Teresa de Jesús)

Biografía
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Nace Teresa en Ávila el 28 de marzo de 1515. A los dieciocho años, entra en el Carmelo. A los cuarenta y cinco años, para responder a las gracias extraordinarias del Señor, emprende una nueva vida cuya divisa será: «O sufrir o morir». Es entonces cuando funda el convento de San José de Ávila, primero de los quince Carmelos que establecerá en España. Con san Juan de la Cruz, introdujo la gran reforma carmelitana. Sus escritos son un modelo seguro en los caminos de la plegaria y de la perfección. Murió en Alba de Tormes, al anochecer del 4 de octubre de 1582. Pablo VI la declaró doctora de la Iglesia el 27 de septiembre de 1970.

Una Alabanza de Gloria


“Hemos sido predestinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad, a ser alabanza de su gloria” (Ef 1,11-12)
Laudem gloriae, Alabanza de gloria, es el nuevo nombre, que hizo suyo Isabel de la Trinidad. 

Isabel compartió esta perla preciosa con su hermana pequeña, Guita. En las confidencias que tuvo con ella, en las numerosas cartas que le escribió, le abrió de par en par su corazón, le contó su intimidad.

Agotada por la enfermedad, Isabel escribe para su hermana un tratadito que, más adelante, la priora de su convento titulará “El Cielo en la Fe”, en el que describe su vocación de Alabanza de Gloria. Son sus experiencias personales, sus más profundas vivencias.

Con profunda emoción, sin apenas fuerzas, Isabel va dibujando sobre un modesto cuaderno escolar el testamento que deja en herencia a su hermana. Isabel quiere que, al morir ella, su vocación de Laudem Gloriae la continúe su hermana. “Tú me sustituirás. Yo seré Jaudem Gloriae ante el trono del Cordero y tú, Laudem Gloriae, en el centro de tu alma”.

Ser alabanza de la gloria de Dios, de las huellas de Dios en la humanidad y en cada ser humano, es también nuestra vocación. La alabanza es la lenguaje que el Espíritu nos enseña. La alabanza es la respuesta al Amor que nos inunda.


Isabel nos lanza este reto: Convertirnos en Alabanza de gloria de la Santísima Trinidad. Nos ofrece pistas para lograrlo. “Seamos, en el cielo de nuestra alma, alabanzas de gloria a la Santísima Trinidad y alabanzas de amor a nuestra Madre Inmaculada” (CF 43). Que su cántico nunca se interrumpa.

lunes, 10 de octubre de 2016

Sor Isabel de la Trinidad

Alabado sea Jesucristo!
Esta es la imagen que se desplegará en la Plaza de San Pedro en Roma, el próximo 16 de octubre, en el momento en que la Beata Isabel de la Trinidad, Carmelita Descalza francesa, sea inscrita en el libro de los Santos.