Hoy se celebra la memoria
de la Carmelita Seglar Española Josefa Naval (1820-1893).
"Almas,
almas para Dios.
No
quiero que se condenen.
Ayudadme
a pedirlo"
Josefa
Naval Girbés nació en Algemesí, arquidiócesis de Valencia, España, el 11 de
diciembre de 1820.
Desde
la adolescencia se consagró al Señor con voto perpetuo de castidad. Recorrió el
camino de la oración y de la perfección evangélica en una vida de sencillez y
de ardiente caridad.
Se
dedicó con generosidad a las obras de apostolado en el ambiente de la comunidad
parroquial. Hizo de su casa un taller y una escuela de oración y de virtudes
evangélicas, donde se formaron numerosas jóvenes y mujeres en la sabiduría
humana y espiritual.
Murió
piadosamente en Algemesí el 24 de febrero de 1893. Su cuerpo se conserva en la
iglesia parroquial de San Jaime, de su ciudad natal.
SU
ACCIÓN APOSTÓLICA
Enseñaba
a los pobres, aconsejaba a cuantos acudían a ella, restauraba la paz en las
familias desunidas, organizaba en su casa reuniones con el fin de ayudar a las
madres en su formación cristiana, encaminaba de nuevo a la virtud a las mujeres
que se habían apartado del recto camino y amonestaba con prudencia a los
pecadores. Pero la obra en la que centraba, sobre todo, sus cuidados y energías
fue la educación humana y religiosa de las jóvenes, para quienes abrió en su
casa una escuela gratuita de bordado, en el que era muy entendida. Aquel taller
se convirtió en un centro de convivencia fraterna, oración, alabanza a Dios y
explicación y profundización de la Sagrada Escritura y de las verdades eternas.
UNGIDA
DE AMOR MATERNO
Con
afecto maternal la Sierva de Dios fue para sus discípulas una verdadera maestra
de la vida, modelo de fervoroso amor a Dios, lámpara que daba luz y calor. Les
dio innumerables ejemplos de fe viva y comunicativa, de caridad diligente y
alegre sumisión a la voluntad de Dios, y de los superiores, así como también de
máxima solicitud por la salvación de las almas, prudencia singular, práctica
constante de la humildad, pobreza, silencio y paciencia en las contrariedades y
dificultades. Era notorio el fervor con que cultivaba la vida interior, la
oración, la meditación, la aceptación de las molestias y su devoción a la
Eucaristía, a la Virgen María y a los Santos. De este modo, contribuyó
eficazmente la Sierva de Dios al incremento religioso de su parroquia.
VIRGEN
SEGLAR
Fue
miembro de la Orden Tercera de la Virgen del Carmen y de S. Teresa de Jesús, y
profesaba gran devoción a San Juan de la Cruz. En casa de María Dolores Masiá
Morán, vecina de Algemesí, se conserva un cuadro de la Virgen del Carmen
bordado en oro y seda por su madre Vicenta Morán, cuando tenía 9 años, bajo la
dirección de la señora Pepa. Lleva esta inscripción: Nuestra Señora del Carmen
Vicenta Morán Edad 9 años Año 1893. Es el año en que murió la Beata, y este
bordado artístico dirigido por ella es una de las últimas muestras de su
devoción mariano carmelitana. Entregó piadosamente su alma a Dios en Algemesí
el 24 de febrero de 1893. Su cuerpo se conserva en la iglesia parroquial de San
Jaime, de su ciudad natal.
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