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martes, 27 de diciembre de 2016

"Navidad en el Carmelo"

                            “Navidad en el Carmelo”

“Navidad, Dios con nosotros”
“Navidad, misterio de Amor”


                                                        
El nacimiento de Jesús atrae nuestras miradas. Solo Él nos puede salvar. Solo Él rompe la espiral de culpabilidad que nos lanzamos unos a otros. Exultamos de gozo, nos quedamos asombrados en silencio, abrimos nuestro corazón a la gracia de este día. Jesús es el día luminoso que llega a la humanidad, el día de la misericordia en el que descubrimos la ternura de Dios, el día de la paz que reconcilia a los pueblos. 

José y María nos muestran la señal de Dios en el pesebre, un Niño, que es el Dios con nosotros, que toma sobre sí nuestro llanto y nos regala la alegría. Vamos corriendo con los pastores, a los que pedimos sus ojos para ver las señales de Dios en nuestro mundo. 

No es posible celebrar la Navidad sin mirar de cerca los lugares donde sufren nuestros hermanos, soñando y trabajando por la paz. En cada sufrimiento nace Jesús y nace la esperanza gracias a personas que, como Jesús, ponen amor donde no lo hay y tutelan la dignidad de toda vida humana con los gestos solidarios. El espíritu de reconciliación y comprensión recíproca se mantienen vivos gracias a la entrega de muchos hermanos y hermanas, que quieren estar cerca del sufrimiento y celebrar ahí la Navidad. 


Que el Espíritu de Jesús, presente en la Navidad, nos ayude a orar mirando cada situación humana, escuchando los gritos de dolor, compartiendo con los pobres, encontrando fuerza interior para acompañar a los que están perdidos.  

“Misterio de la navidad de Edith Stein”

“Misterio de la navidad de Edith Stein”


Todos en la vida necesitamos hacer un alto en el camino, especialmente cuando vamos a celebrar un acontecimiento importante, la Navidad.

Edith Stein fue una mujer que nació en 1891 en una familia judía. Durante su juventud se planteó el reto de la búsqueda de la verdad, del sentido de la vida del hombre, de su dignidad. Ello le llevó a hacerse atea, a buscar respuestas en la ciencia, y en su búsqueda se topó con el Cristo que iluminó el sentido de toda su vida.

El escrito que da título a nuestra reflexión, El misterio de la Navidad, es el texto de una de sus conferencias. La impartió en la ciudad de Ludwigshafen a los miembros de la Asociación católica universitaria, el 13 de enero de 1931. La fecha nos dice que Edith, como se desprenderá también del texto, hace una mirada retrospectiva. Ello nos facilita a nosotros el camino.

En una reflexión posterior, preparada por Edith Stein para la fiesta de la Epifanía de 1940 escribía estas palabras que han de orientar nuestra vida, y de un modo particular este tiempo que estamos por iniciar:

“En ellos (los Magos) vivía un deseo puro de alcanzar la Verdad, que no se deja contener en las fronteras de las doctrinas y tradiciones particulares. Dios es la verdad y El quiere manifestarse a todos aquellos que le buscan con sincero corazón; por eso, tarde o temprano tenía que aparecerse la estrella a esos ‘sabios’, para conducirlos por el camino de la Verdad. Por eso se presentan ante la Verdad encarnada y, postrados ante ella, depositan sus coronas a sus pies, pues todos los tesoros del mundo no son sino polvo en comparación con ella.”

Aquí ya encontramos subrayado uno de los elementos que han de caracterizar nuestra vida: “el deseo puro de alcanzar la verdad”. Sabemos muy bien lo que ello implica y significa: que hemos de liberarnos de todo prejuicio frente a las personas, a las cosas, y frente a Dios. Es decir, nunca hemos de conformarnos, si queremos valorar justamente al hermano, con ideas preestablecidas, ya sea por alguna experiencia o porque nos han dicho, o porque simplemente no nos cae bien.

Pero esto mismo nos ocurre frente a Dios. El Adviento ha de ser un camino de preparación y búsqueda: Dios quiere ser buscado siempre de nuevo. Él se deja buscar para dejarse encontrar. Pero para ello necesitamos deponer “nuestras coronas” a sus pies, es decir, nuestras ideas, conceptos, juicios.

En la misma obra sigue escribiendo Edith: “También para nosotros los Magos tienen un significado particular. Aún perteneciendo ya a la iglesia visible, percibimos la necesidad interior de superar los límites de las concepciones y costumbres heredadas. Nosotros conocíamos ya a Dios, sin embargo sentíamos que Él quería ser buscado y encontrado de una manera nueva. Por eso, nos pusimos en camino a la búsqueda de una estrella que nos indicara el camino recto. Y esta llegó a nosotros en la gracia de la vocación.”

También sería importante que por unos segundos nos planteásemos cuáles son esas luces artificiales que nos impiden ver las estrellas, o cuáles son las razones o motivos que nos detienen para seguirlas. Es una sugerencia al inico de nuestra reflexión que recomiendo cada uno examine personalmente después en silencio, en oración. Podría ser nuestra tarea para el adviento.

1. Entrar en el espíritu de la Navidad

“Una fiesta de amor y de alegría”, un dejarnos conducir “hasta el pesebre donde se encuentra el Niño que trae la paz a la tierra” (p. 376). No se trata exclusivamente de un hermoso sentimiento, sino ante todo de un abrir los ojos frente a los valores fundamentales de la vida: el amor, la alegría y la paz. Seguramente todo hombre anhelo eso para su vida, y nosotros también. El misterio de la Navidad, nos recuerda, en primer lugar, lo que merece la pena, lo que da sentido a nuestra vida, a la existencia de todo ser humano. Para nosotros estos conceptos tienen un rostro, aparecen encarnados en el Niño Dios.

2. Un espíritu que no parece brillar

Y quizás la respuesta sea esta: “las tinieblas cubrían la tierra y Él vino como la la luz que alumbra en las tinieblas, pero las tinieblas no lo recibieron. A aquellos que lo recibieron, les trajo la luz y la paz: la paz con el Padre celestial, la paz con todos aquellos que igualmente son hijos de la luz y del Padre celestial....” Aquí tendríamos otro elemento para interrogarnos personalmente: ¿vivimos esa paz? Y la respuesta nos ayudará a valorar si realmente hemos acogido en nuestras vidas al Niño de Belén: ¿le hemos dado posada? ¿Con él nos comportamos como los pastores, los magos, San Esteban? ¿O como Herodes y los escribas y fariseos?

3. Navidad: adentrarnos en la vida de Jesús

Es ahora cuando decididamente emerge el auténtico significado de lo que es la Navidad: Cristo ha venido para unirse a nosotros, para que toda la humanidad sea una en Dios. Pero el camino es el de cumplir con su voluntad.

“Dios se hizo Hijo del hombre para que todos los hombres llegaran a ser hijos de Dios” (381) Sólo esta frase tendría que ser más que suficiente para que captásemos las profundas implicaciones del misterio de la Navidad en nuestra vida.

También el misterio de la Navidad nos revela el modo sencillo de obrar de Dios: todo entorno a Jesús acontece casi en el más estricto de los silencios y de la simplicidad.

Otro gran mensaje de la Navidad es que todos somos hermanos, que el Niño Dios nos invita a vivir de esta manera el espíritu navideño, como el único camino que realmente puede transformar la humanidad: “Si Dios es Amor y vive en cada uno de nosotros, no puede suceder de otra manera, sino que nos amemos con amor de hermanos. Por eso precisamente es nuestro amor al prójimo la medida de nuestro amor a Dios.
La única vía posible es que ahondemos cada vez más en el amor de Dios, que descubramos hasta qué punto Dios me ama...

La dinámica que nos propone Edith, desde el ejemplo de Jesús y María es el de hacer de la voluntad de Dios nuestra única voluntad. Los párrafos de Edith son de una riqueza inmensa, aún en su brevedad. “Ser hijo de Dios significa: caminar siempre de la mano de Dios, hacer su voluntad y no la propia, poner todas nuestras esperanzas y preocupaciones en las manos de Dios y confiarle también nuestro futuro”.

4. Para vivir siempre en el espíritu de la Navidad

 Edith ofrece dos caminos que pueden ayudarnos a vivir, descubrir y comprometer nuestra vida con cuanto la Navidad significa. En la eucaristía y en la oración nos encontramos cara a cara con el Niño dios, con su palabra, con su persona. Él nos sostiene y da la certeza interior de que podemos vivir según su voluntad.



miércoles, 7 de diciembre de 2016

SANTOS CARMELITAS DESCALZOS


Les comparto el presente video, el cual nos invita a compartir una mirada de la espiritualidad del Carmelo; fijamos la atención en concreto, en estos santos doctores de la Iglesia y bien acogidos en otros ámbitos religiosos y culturales, los cuales fueron caminantes. 
La mística es un viaje y el místico es un viajero. Viajaron sin mapa. Su única brújula fue la fe oscura o si se prefiere la confianza ciega.





Los Santos del Carmelo han hecho un camino de aprendizaje. Han aprendido a ser hombres y mujeres de verdad. Con sus equivocaciones y aciertos, con ayudas que han encontrado, y falsas ayudas que les han dado. Han hecho un discernimiento conjugando tres cosas: la propia reflexión, la oración y la ayuda de los demás.


No se han callado lo que han descubierto. Han inventado lenguajes nuevos para decir cosas nuevas. Lo han gritado por los caminos. “¿Qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado?” (EG 264) .

LA FONTE - San Juan de la Cruz

¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre: aunque es de noche!

Se encuentra fray Juan de la Cruz en Toledo. Año 1578. Tiene 36 años. Por su amor a la verdad, su integridad y coherencia, sus antiguos compañeros de Orden lo han metido en la cárcel conventual, un angosto espacio sin apenas luz. Allí pasa horas, días, meses, expuesto a comentarios hirientes y a unas condiciones de higiene y alimentación deplorables.

Sorprendentemente, nada de esto acalla la música que le mana sin cesar, nada apaga la luz que lleva escondida en sus adentros, y allí, en la cárcel, tiene lugar uno de los momentos culminantes de su creación poética, allí le brotan a borbotones canciones de amor.

En las largas horas de la noche escucha los sonidos de las aguas del Tajo, se le despiertan los manantiales que lleva dentro.

Así surge La Fonte, poema de gran belleza. Le gusta esto de Fonte, le recuerda a su pueblo Fontiveros, le recuerda el amor de su Amado que nunca deja de amar.


lunes, 7 de noviembre de 2016

8 de Noviembre, Santa Isabel de la Trinidad

                        Santa Isabel de la Trinidad y el perdón

Este es el primer año que celebramos el día de Santa Isabel de la Trinidad, pues fue canonizada hace menos de un mes, el 16 de octubre, por nuestro Papa Francisco. La Iglesia nos la ha puesto como ejemplo y modelo de cristiana.


Isabel –de fuerte carácter que fue dominando con gran esfuerzo desde su infancia– se siente pecadora y necesitada del perdón de Dios. Esta necesidad del perdón divino la vive al principio de forma un poco dramática, influenciada, como hemos dicho, por la mentalidad de la época. Así se lee en su Diario:


“Después del sermón, que ha sido tan emocionante, el Padre ha recitado en alta voz el acto de contrición, durante el cual he llorado mucho. ¡Oh, Jesús, perdón! Perdón por mis pecados, por mis pasados arrebatos de ira, por mi mal ejemplo, por mi orgullo y por las faltas que cometo tan frecuentemente. Lo reconozco. No hay criatura más miserable que yo, porque me habéis dado tanto y no habéis cesado de colmarme de gracias. Perdón, Señor. ¿Cómo me atrevo a pedir perdón para los otros siendo tan culpable?… ¿Cómo no os habéis alejado de mí después de tantas ofensas? ¡Oh, Señor Jesús, mi esposo, mi vida, perdón!”

Pero lo que estremece más aún es la idea de Dios y del juicio que reinaba entonces. Así transcribe la joven Isabel en sus apuntes los sermones de su tiempo:

“¡Ah! Si la muerte es horrible porque nos parte en dos, sería una cosa poco importante si todo acabase allí. Pero hay que presentarse delante de Dios, darle cuenta de toda la vida, y esta vez no en función de padre del hijo pródigo, tan bueno y tan misericordioso, ni tampoco de Buen Pastor, sino de juez terrible e inexorable, que no perdona más…”

Pero Isabel entra en el Carmelo con 21 años. El contacto con nuestros santos: Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Teresita del niño Jesús (contemporánea de Isabel de la Trinidad) y con la Sagrada Escritura y la vida intensa de oración le hacen experimentar un Dios muy diferente.
Aquí vemos a una Isabel serena y confiada en la misericordia de Dios y que reconoce que “todo es gracia” (incluso el pecado) para quien vive de cara a este Dios de amor. Consciente de que en su época se vive el miedo y la culpabilidad, no duda en ser una verdadera apóstol en sus cartas a sus familiares y amistades, tratando de transmitir esta experiencia de un Dios que perdona y nos ama. Para ello usa abundantemente citas de la sagrada Escritura en las que ella ha visto expresada su experiencia de este Dios amor.

Isabel se sabe perdonada y eso le lleva a vivir en gratitud y amor a Dios. Vivamos así nuestra vida.

domingo, 6 de noviembre de 2016

14 de Noviembre - Fiesta de todos los Santos Carmelitas Descalzos



La fiesta todos los santos de la Orden asume una práctica común a la vida monástica y demás órdenes religiosas, recordar y orar por los que nos han precedido en la vida carmelitana, amar primero a Dios; rezar por los muertos, por todos los muertos, especialmente, por los domésticos, los prójimos, los parientes, los bienhechores; recordar e imitar a los Santos.

El Carmelita Bostio, en el siglo XV, afirmaba que “los verdaderos hijos o hermanos de los santos no son aquellos que están unidos con lazos de sangre, sino aquellos que imitan sus obras”. En un pequeño poema Santa Teresa invitaba a sus monjas a caminar hacia el cielo: Caminemos para el cielo, monjas del Carmelo.

Esto es lo que celebra la Orden del Carmen el 14 de noviembre con la fiesta de todo los Santos de la Orden, el fin del camino o de la peregrinación, de todos los que han vestido el hábito del Carmen, el hábito de la Virgen, y que más allá de que hayan sido canonizado o no, gozan de la presencia de Dios. Es una fiesta de gozo y alegría, pues recordamos el triunfo de aquellos a los que sentimos como hermanos, con los que hemos compartido la misma vocación en el Carmelo.

La Madre Teresa nos invitaba: “acordaos de nuestros padres santos pasados y santos ermitaños, cuya vida pretendemos imitar” y ” Tengamos delante nuestros fundadores verdaderos, que son aquellos santos padres de donde descendimos, que sabemos que por aquel camino de pobreza y humildad gozan de Dios”.

Este es el mensaje de la fiesta de los Todos los Santos de la Orden: “Ser nosotros como ellos”.



Autor: P. Javier de la Cruz

Beato Francisco María Palau, Sacerdote y Fraile Carmelita (7 de Noviembre)

Hoy se celebra la memoria de Beato Francisco María Palau


Nació en Aytona (Lérida, España) el 29 de diciembre de 1811, de familia pobre pero muy cristiana. En 1828 ingresó en el seminario de Lérida, donde estudió filosofía y teología durante cuatro años.

En 1832 vistió el hábito de carmelita teresiano en Barcelona, donde profesó en 1833. Dos años después fue incendiado el convento donde él vivía. El 2 de abril de 1836 fue ordenado sacerdote. Se entregó de lleno al apostolado y a la oración.

A pesar de las dificultades, su amor y servicio a la Iglesia lo llevan a fundar en 1860 dos congregaciones religiosas: Hermanas Carmelitas Misioneras y Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, que encarnan su espíritu y hacen que el Padre Palau aún hoy siga vivo en sus hijas.

La espiritualidad y personalidad del Padre Palau se forjaron en la lucha, en una búsqueda larga y penosa que abarcó casi toda su vida. La clave de toda su vida espiritual y de su misión eclesial es el encuentro con Cristo vivo en su Cuerpo Místico, en la Iglesia.

Sirve a la Iglesia con los diferentes medios que su celo le sugiere: la predicación, la catequesis organizada, los exorcismos, la pluma como escritor y periodista. Los apostolados más variados encuentran su unidad en el ideal que los mueve: amar y servir a la Iglesia en los pobres, los enfermos, los niños, los jóvenes, las familias...

Dotado por Dios con el don de profecía y milagros, tuvo que soportar varias denuncias y juicios por las numerosas curaciones que hacía sin ser facultativo. En varias ocasiones practicó los exorcismos con el más cumplido éxito.

Fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 24 de abril de 1988.

Su espiritualidad

La espiritualidad y personalidad del Padre Palau se forja en la lucha, en una búsqueda larga y penosa que abarca casi toda su vida. Lucha por la PAZ entre hombres que se debaten en guerras fratricidas; por la VERDAD para desterrar la ignorancia, causa de tantos desmanes; busca soluciones a los problemas de su tiempo y se compromete radicalmente con su vocación de carmelita y sacerdote.

La clave de toda su vida espiritual y de su misión eclesial es el encuentro con Cristo vivo en su Cuerpo Místico, en la Iglesia.

Busca la soledad más completa para dialogar con su "Amada". Por ella también abandona la soledad y se lanza a la acción para servirla con los diferentes medios que su celo le sugiere: la predicación, la catequesis organizada, los exorcismos, la pluma como escritor y periodista. Los apostolados más variados encuentran su unidad en el ideal que los mueve: AMAR Y SERVIR A LA IGLESIA en los pobres, los enfermos, los niños, los jóvenes, las familias...

Su mensaje
  • Que estemos siempre dispuestos a seguir a Cristo aunque nos cueste.
  • Que nos entreguemos con valentía y generosidad al servicio de los hermanos.
  • Que la soledad, la oración y el sacrificio sean la fuente de nuestro apostolado.
  • Que el amor a Cristo, a María y a la iglesia polaricen nuestra vida.
Oración
Oh Dios, que por medio de tu Espíritu, enriqueciste al Beato Francisco, presbítero, con el don insigne de la oración y de la caridad apostólica; concédenos por su intercesión, que la amada Iglesia de Cristo, resplandeciente con la belleza de María, la Virgen Madre, sea más eficazmente sacramento universal de salvación. Amén.


Tomado de: http://vidas-santas.blogspot.com/

Beata Josefa Naval, Virgen del Carmelo Seglar (6 de noviembre)

Hoy se celebra la memoria de la Carmelita Seglar Española Josefa Naval (1820-1893). 



"Almas, almas para Dios.
No quiero que se condenen.
Ayudadme a pedirlo"

Josefa Naval Girbés nació en Algemesí, arquidiócesis de Valencia, España, el 11 de diciembre de 1820.

Desde la adolescencia se consagró al Señor con voto perpetuo de castidad. Recorrió el camino de la oración y de la perfección evangélica en una vida de sencillez y de ardiente caridad.

Se dedicó con generosidad a las obras de apostolado en el ambiente de la comunidad parroquial. Hizo de su casa un taller y una escuela de oración y de virtudes evangélicas, donde se formaron numerosas jóvenes y mujeres en la sabiduría humana y espiritual.

Murió piadosamente en Algemesí el 24 de febrero de 1893. Su cuerpo se conserva en la iglesia parroquial de San Jaime, de su ciudad natal.

SU ACCIÓN APOSTÓLICA

Enseñaba a los pobres, aconsejaba a cuantos acudían a ella, restauraba la paz en las familias desunidas, organizaba en su casa reuniones con el fin de ayudar a las madres en su formación cristiana, encaminaba de nuevo a la virtud a las mujeres que se habían apartado del recto camino y amonestaba con prudencia a los pecadores. Pero la obra en la que centraba, sobre todo, sus cuidados y energías fue la educación humana y religiosa de las jóvenes, para quienes abrió en su casa una escuela gratuita de bordado, en el que era muy entendida. Aquel taller se convirtió en un centro de convivencia fraterna, oración, alabanza a Dios y explicación y profundización de la Sagrada Escritura y de las verdades eternas.

UNGIDA DE AMOR MATERNO

Con afecto maternal la Sierva de Dios fue para sus discípulas una verdadera maestra de la vida, modelo de fervoroso amor a Dios, lámpara que daba luz y calor. Les dio innumerables ejemplos de fe viva y comunicativa, de caridad diligente y alegre sumisión a la voluntad de Dios, y de los superiores, así como también de máxima solicitud por la salvación de las almas, prudencia singular, práctica constante de la humildad, pobreza, silencio y paciencia en las contrariedades y dificultades. Era notorio el fervor con que cultivaba la vida interior, la oración, la meditación, la aceptación de las molestias y su devoción a la Eucaristía, a la Virgen María y a los Santos. De este modo, contribuyó eficazmente la Sierva de Dios al incremento religioso de su parroquia.

VIRGEN SEGLAR

Fue miembro de la Orden Tercera de la Virgen del Carmen y de S. Teresa de Jesús, y profesaba gran devoción a San Juan de la Cruz. En casa de María Dolores Masiá Morán, vecina de Algemesí, se conserva un cuadro de la Virgen del Carmen bordado en oro y seda por su madre Vicenta Morán, cuando tenía 9 años, bajo la dirección de la señora Pepa. Lleva esta inscripción: Nuestra Señora del Carmen Vicenta Morán Edad 9 años Año 1893. Es el año en que murió la Beata, y este bordado artístico dirigido por ella es una de las últimas muestras de su devoción mariano carmelitana. Entregó piadosamente su alma a Dios en Algemesí el 24 de febrero de 1893. Su cuerpo se conserva en la iglesia parroquial de San Jaime, de su ciudad natal.

lunes, 31 de octubre de 2016

Santa Isabel de la Trinidad - Novena

NOVENA  EN HONOR A SOR ISABEL DE LA TRINIDAD



DÍA PRIMERO

"HE HALLADO MI CIELO EN LA TIERRA"

Lectura Bíblica
"Jesús respondió: Si alguien me ama, guardará mis Palabras, y mi Padre le amará y vendremos a él para hacer nuestra morada en él" (Jn. 14,23).

De los Escritos de Sor Isabel
"He hallado mi cielo en la tierra pues el cielo es Dios y Dios está en el alma. El día que comprendí esta verdad todo se iluminó en mí. Quisiera revelar este secreto a todas las personas a quienes amo para que ellas se unan siempre a Dios a través de todas las cosas y se cumpla así la oración de Jesucristo: Padre que sean completamente uno (Jn. 17,23)". (Carta Nº 110 a la Sra. Condesa de Sourdon - 1902).
"Mientras estaba en el coro, durante la noche que precedió al gran día, esperando al Esposo, comprendí que mi cielo comenzaba en la tierra, el cielo en la fe, unido al sufrimiento y a la inmolación por Aquel a quien amo. Quisiera amarle tanto... Quisiera amarlo como mi seráfica Madre hasta morir de amor". (Carta Nº 148 al Canónigo Sr. Angles - 15 de julio de 1903).
"Quiero comunicarte mi secreto: esta intimidad con Él en el santuario de mi corazón ha sido el hermoso sol que ha iluminado mi vida convirtiéndola en un cielo anticipado". (Carta Nº 282 a doña Antonieta, señora de Bobet - setiembre de 1906).
"... El Señor me concedió una gracia tan especial que perdí la noción del tiempo. Esta mañana he escuchado en el fondo de mi alma estas palabras: Si alguno me ama, mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn. 14,23). He comprendido inmediatamente la verdad de esta expresión. Me es imposible manifestar de qué modo se me revelaron las Tres Divinas Personas. Sin embargo, yo las veía celebrar dentro de mí su consejo de amor. Me parece que sigo viéndolas así. ¡Oh, qué grande es Dios y cuánto nos ama!" (Palabras luminosas en el Carmelo).

DÍA SEGUNDO
"MI IDEAL ES SER LA ALABANZA DE SU GLORIA"
Lectura Bíblica
"Él, que dispone de todas las cosas como quiere, nos eligió para ser su pueblo, para Alabanza de su Gloria" (Ef. 1,12).

De los Escritos de Sor Isabel
"Unámonos para hacerle olvidar todo a golpes de amor. Seamos como dice San Pablo, la Alabanza de su Gloria (Ef. 1,12)". (Carta Nº 195 al Seminarista Andrés Chevignard - 25 de diciembre de 1904).
"Desaparezcamos y olvidémonos de nosotros mismos y seamos únicamente la Alabanza de su Gloria (Ef. 1,12), según la hermosa expresión del Apóstol". (Carta Nº 198 a la señora Angles - 05 de enero de 1905).
"Voy a hacerle una confidencia muy íntima: Mi ideal consiste en ser la Alabanza de su Gloria. Lo he leído en San Pablo (Ef. 1,12). Mi divino Esposo me ha dado a entender que esta es mi vocación desde el destierro, en espera de ir a cantar el Sanctus eterno en la ciudad de los santos. Pero esto requiere gran fidelidad. Ser Alabanza de Gloria exige estar muerta a cuanto no sea Él para vibrar sólo a impulsos de su toque divino". (Carta Nº 232 al canónigo Sr. Angles - Diciembre de 1905).
"Mientras tanto, vivo en el cielo de la fe, en el centro de mi alma y procuro complacer al Señor siendo ya en la tierra la Alabanza de su Gloria (Ef. 1,12)". (Carta Nº 246 a la Madre Juana del Santísimo Sacramento - Mayo de 1906).
"Apenas penetre en el umbral del cielo, me lanzaré como una flecha al seno de mis Tres. Una Alabanza de Gloria sólo puede ocupar ese puesto en la eternidad. Me abismaré en ellos cada vez más". (Palabras Luminosas en el Carmelo).

DÍA TERCERO
"QUIERO SER PARA EL UNA HUMANIDAD SUPLEMENTARIA"

Lectura Bíblica
"Al presente, me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes; así completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia". (Col. 1,24).

De los Escritos de Sor Isabel
"¡Que sublime es la vocación de una Carmelita! Tiene que ser mediadora con Jesucristo. Tiene que ser para El como una humanidad suplementaria donde pueda perpetuar su vida de reparación, de sacrificios, de alabanza y de adoración". (Carta Nº 232 al Canónigo Sr. Angles - Diciembre de 1905).
"Quiere,..., que sea para El una humanidad suplementaria donde pueda aún sufrir por la gloria de su Padre y por las necesidades de la Iglesia. ¡Cuánto bien me hace este pensamiento!". (Carta Nº 275 a su madre María Rolland - 10 de setiembre de 1906).
Ahora que El ha vuelto al Padre y me ha puesto en su lugar sobre la Cruz para que complete en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en bien de su Cuerpo que es la Iglesia (Col. 1,24), la Virgen permanece a mi lado para enseñarme a sufrir como Él, para hacerme sentir y comprender los últimos acentos de su alma que solamente Ella, su madre, pudo percibir". (Últimos Ejercicios Espirituales, Día decimoquinto).
"Una noche mis dolores eran tan intensos que me sentí dominada por la naturaleza. Intensifiqué entonces mi fe y me dije: una Carmelita no debe sufrir de este modo. Después, contemplando a Jesús agonizante, le ofrecí mis sufrimientos para consolarle y me sentí fortalecida. Es así como he obrado siempre en mi vida. A cada prueba, por grande o pequeña que fuese, consideraba los dolores semejantes que el Señor había sufrido para sumergir mis sufrimientos en los suyos y a mi misma en Él". (Palabras Luminosas en el Carmelo).
DÍA CUARTO
"AMAR, AMAR SIEMPRE. VIVIR DE AMOR"
Lectura Bíblica
"Pero Dios, que es rico en misericordia, nos manifestó su inmenso amor, y a los que estábamos muertos por nuestras faltas, nos dio vida por Cristo. ¡Por gracia han sido salvados!". (Ef. 2,4-5).

De los Escritos de Sor Isabel
"¡Oh cuanto amor!" Estoy como abrumada por el peso de amor. Ante él me callo y adoro. (Carta Nº 1322 al canónigo Sr. Angles - 31 de diciembre de 1902).
"Que maravilloso será cuando, al fin, se descorra el velo y gocemos, cara a cara, de Aquel a quien únicamente amamos. Mientras llega ese momento, vivo en el Amor, me sumerjo en él, me pierdo en él. Es el infinito del que mi alma está hambrienta". (Carta Nº 138 a la Madre María de Jesús - Febrero de 1903).
"Él está en mí y yo en Él. Sólo tengo que amarle y dejarme amar siempre a través de todas las cosas: despertarme en el amor, moverme en el amor, dormirme en el amor con el alma puesta en su alma, el corazón en su corazón, los ojos en sus ojos, para que me purifique y me libre de mi miseria por su contacto divino". (Carta Nº 155 al canónigo Sr. Angles - Agosto de 1903).
"A veces pienso que El obra conmigo como si no tuviese otras almas a quienes amar". (Carta Nº 247 a la Sra. de Hallo - Mayo de 1906).
"Mira, San Pablo tiene una frase que es como una síntesis de mi vida y podría justificar todos los momentos de mi existencia: Propter nimiam caritatem (Ef. 2,4). Sí, he recibido ese caudal de gracias porque Él me ha amado excesivamente" (Carta Nº 255 a su madre María Rolland - 16/17 de junio de 1906).

DÍA QUINTO
"EL ALMA NECESITA SILENCIO PARA ADORAR"

Lectura Bíblica
"Cuando amaneció, salió Jesús y se fue a un lugar solitario" (Lc. 4,42).

De los Escritos de Sor Isabel
"Quisiera ser un alma totalmente silenciosa y adorante para penetrar cada vez más en Él. Quisiera llenarme con tal plenitud de Él, que pudiera darle, mediante la oración, a esas pobres almas que no conocen el don de Dios".
"¡Oh, el silencio, la soledad! Aquí se vive a solas con Dios solo. Aquí todo habla de Él. Por todas partes se le siente tan vivo, tan presente". (Carta Nº 124 a la Sra. doña María Luisa Maurel - 26 de octubre de 1902).
"Reina en mi interior una soledad donde El mora y nadie me la puede arrebatar". (Carta Nº 139 a sus tías, Srtas. Rolland - Abril de 1903).
"Hagámosle en nuestra alma una morada tranquila donde se cante siempre el cántico del amor y de acción de gracias. Luego... permanezcamos en silencio profundo, eco del silencio que existe en Dios". (Carta Nº 143 al Seminarista Andrés Chevignard - 14 de junio de 1903).
"Es necesario mirarle siempre. Hay que permanecer en silencio. Es tan sencillo.". (Palabras Luminosas en el Carmelo).
"Al ver el Creador el hermoso silencio que reina en su criatura, al contemplarla totalmente recogida en su soledad interior, queda prendado de su hermosura y la instala en aquella soledad inmensa, infinita, en aquel lugar espacioso cantado por el profeta. Ese lugar es El mismo: Entraré en los secretos del poder de Dios (Sal. 70,16)". (Últimos Ejercicios Espirituales, Día Undécimo).

DÍA SEXTO
"LA ORACIÓN ES EL VINCULO DE LAS ALMAS"

Lectura Bíblica
"Tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu Padre que comparte tus secretos". (Mt. 6,6).

De los Escritos de Sor Isabel
"La oración es nuestra ocupación principal, mejor dicho, nuestra única ocupación". (Carta Nº 124 a la Sra. doña María Luisa Maurel - 26 de octubre de 1902).
"Creo que para satisfacer tantas necesidades hay que transformarse en una oración ininterrumpida". (Carta Nº 170 al Canónigo Sr. Angles - Febrero de 1904).
"Nunca estoy sola. Mi Cristo está allí siempre orando en mí y yo orando con Él". (Carta Nº 189 a Francisca Sourdon - 1904).
"La oración... es un descanso, un reposo. Es acercarse con toda sencillez a Aquel a quien se ama. Es permanecer junto a El como un niño en los brazos de su madre, dejando que el corazón se expanda". (Carta Nº 189 a la Srta. Francisca Sourdon - 1904).

"¡Oh, querida hermana! Ser suya. Este es mi ideal. ¿No cree que, entonces, una mirada, un deseo, se transforman en oración eficaz a la que el Padre que contempla en nosotros a su Verbo adorado no puede resistir?". (Misiva espiritual Nº 11 a Sor Inés de Jesús María).
"La oración seguía siendo el mejor remedio para todos mis males. Pasaba el tiempo del silencio riguroso en verdadera agonía que procuraba unir a la que padeció mi divino Maestro permaneciendo junto a Él cerca de la reja del coro. Era una hora de puro sufrimiento pero me comunicaba fuerza suficiente para rezar maitines. Gozaba entonces de cierta facilidad para pensar en Dios". (Palabras Luminosas en el Carmelo).

DÍA SÉPTIMO
"MARÍA FUE PARA SIEMPRE POSESIÓN DE DIOS"

Lectura Bíblica
"Su Madre guardaba fielmente en su Corazón todos estos recuerdos". (Lc. 2,51b).

De los Escritos de Sor Isabel
"Hoy te he consagrado a ti y a tus angelitos a la Virgen. Nunca la he amado tanto. Lloro de alegría cuando pienso que esa criatura totalmente serena y luminosa es mi Madre. Me entusiasmo con su belleza como una hija que ama a su madre. Siento un impulso irresistible que me arrastra hacia Ella. La he proclamado Reina y Protectora de mi cielo y del tuyo pues todo lo hago para las dos". (Carta a su hermana Margarita Catez - 16 de julio de 1905).
"Ella se consideraba un ser tan insignificante y permanecía tan recogida delante de su Dios en santuario de su alma que atrajo las complacencias de la Santísima Trinidad. Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso me llamaran feliz todas las generaciones... (Lc. 1,48)". (El Cielo en la Tierra, Día décimo).
"La actitud observada por la Virgen durante los meses que transcurrieron entre la Anunciación y la Navidad debe ser el ideal de las almas interiores, de esos seres que Dios ha elegido para vivir dentro de sí, en el fondo del abismo sin fondo. ¡Con qué paz, con qué recogimiento se sometía y se entregaba María a todas las cosas! Hasta las más vulgares quedaban divinizadas en Ella pues la Virgen permanecía siendo la adoradora del don de Dios en todos sus actos". (El Cielo en la Tierra, Día décimo).
"Cuando leo en el Evangelio que María atravesó presurosa las montañas de Judea para cumplir un deber de caridad con su prima Isabel, la veo caminar tan bella, tan serena, tan majestuosa, tan recogida dentro de sí, llevando al Verbo de Dios...". (Últimos Ejercicios Espirituales, Día decimoquinto)

DÍA OCTAVO
MISIÓN ESPIRITUAL

Lectura Bíblica
"Todo poder se me ha dado en el Cielo y en la tierra. Por eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he recomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo" (Mt. 28,18b-20).

De los Escritos de Sor Isabel
"Ojalá pudiera manifestar a todas las almas la fuente de fortaleza, de paz y de felicidad que encontrarían si quisieran vivir en esta intimidad". (Carta a su madre María Rolland - 02 de agosto de 1906).
"Presiento que mi misión en el cielo consistirá en atraer a las almas, ayudándolas a salir de ellas mismas, para unirse al Señor a través de un movimiento sencillo y amoroso, y conservarlas en ese gran silencio interior que permite a Dios imprimirse en ellas, transformarlas en El mismo". (Carta Nº 295 a Sor María Odilia - 28 de octubre de 1906).
"Si el Señor me encomienda algún destino me parece que mi misión en el cielo consistirá en atraer las almas al recogimiento interior". (Palabras Luminosas en el Carmelo).
Días antes de su muerte volvió a repetir la misión que esperaba desempeñar en el cielo: "Me parece que mi misión en el cielo consistirá en atraer las almas al recogimiento interior, ayudándolas salir de sí mismas para unirse con Dios a través de un sentimiento sencillo y amoroso. Procuraré mantenerlas en ese profundo silencio interior que permite a Dios imprimirse en ellas y transformarlas en Él". (Palabras Luminosas en el Carmelo).

DÍA NOVENO
TESTAMENTO ESPIRITUAL
Lectura Bíblica
"Mi mandamiento es este: Ámense unos a otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos... Yo les ordeno esto: que se amen unos a otros" (Jn. 15,12-13.17).

De los Escritos de Sor Isabel
"El Espíritu Santo te transformará en una lira misteriosa que, en silencio, al contacto divino, entonará un magnífico canto al Amor. Serás, entonces la Alabanza de su Gloria, ideal que había soñado ser en la tierra. Tienes que reemplazarme. Yo seré Laudem Gloriae ante el trono del Cordero y tú Laudem Gloriae en el centro de tu alma". (Carta Nº 250 a su hermana Margarita Catez - Mayo / Junio de 1906).

"Hermana mía, la dejo a nuestra Madre y mi nombre de Laudem Gloriae" (Palabras Luminosas en el Carmelo).

"Al partir de este mundo le dejo en herencia la vocación que tuve dentro de la Iglesia militante, vocación que yo cumpliré ininterrumpídamente en la Iglesia Triunfante: SER ALABANZA DE GLORIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD". (Carta Nº 301 a la Reverenda Madre Germana de Jesús - Noviembre de 1906).


TOMADO DE: http://tratardeamistad.blogspot.it/

miércoles, 19 de octubre de 2016

Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz


San Juan de la Cruz era un hombre entrañable, cercano y con una gran capacidad de relación. Sobrio siempre, con la moderación de quien ha aceptado ser templado por la vida primero, por Dios después, chocaba con su querida Teresa de Jesús, como ella misma reconocía. Pero eso no le impidió entrar en el diálogo más profundo con ella. Ese diálogo es una muestra de la actitud que caracterizó a Juan, siempre abierto a compartir, a aprender y a darse a sí mismo.

Noche Oscura - San Juan de la Cruz


San Juan de la Cruz nos ayuda a preparar el encuentro con Cristo, el Señor, a descubrir su Amor y su Presencia allí donde Él se esconde, en los más necesitados. Dios viene a nosotros, pero necesitamos esperarle como Él quiere presentarse y por dónde desea venir. No pienses que le interesa otra cosa sino tu amor concreto a las personas que le representan. A la tarde de la vida, de cada día, en la tarde de hoy te pregunta por tu amor. No prepares otra respuesta. No aprendas otra lección. No le busques en otro sitio ni le esperes por otro camino.

San Juan de la Cruz y la Virgen María

              Síntesis del pensamiento mariano de San Juan de la Cruz


En comunión con el misterio de Cristo. En los Romances sobre el Evangelio de San Juan (nn.8-9), clave bíblica de toda la doctrina de San Juan de la Cruz en la perspectiva de la historia de la salvación, la Virgen aparece en el esplendor de su comunión con la Trinidad, en su privilegio y misión de ser Madre del Verbo Encarnado, en la aceptación y consentimiento de la obra de la redención; la Virgen María es testigo del misterio, "Madre graciosa" que trae en sus brazos a Dios, Esposa-Iglesia y Humanidad en la que se han consumado los desposorios de Dios con el hombre: "abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía".

El vértice de esta comunión se alcanza en la cruz, cuando la Virgen participa en el dolor redentor de Cristo, aunque esté exenta de pecado, y no sufra porque tiene que ser purificada, sino porque Cristo la asocia a su acción salvadora (Cántico B, 20,10; Cántico A 29,7).

Modelo de contemplación y de intercesión,  Modelo de confianza, discreción y atención en las Bodas de Caná, la Virgen hace valer su poderosa intercesión ante su Hijo: "El que discretamente ama no cura de pedir lo que le falta y desea sino a representar su necesidad para que el Amado haga lo que fuere servido, como cuando la bendita Virgen dijo al amado Hijo en las bodas de Caná de Galilea, no pidiéndole derechamente el vino, sino diciéndole: "No tienen vino (Jn 2,3)".


La presencia de la Virgen está implícita en este pensamiento del Santo: "Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma”. María es el silencio contemplativo que ha acogido la Palabra.

Por eso Juan de la Cruz, uniendo siempre María y Cristo, puede exclamar:
"la Madre de Dios es mía" (Oración del alma enamorada).